Vean, más abajo, el país al que mayormente apuntan la flecha más gruesa de España —aparte de connotaciones copulatorias— indica que un casi 10% del PIB de Marruecos se debe a las remesas mandadas por sus propios emigrantes; de ese 10%, un 30% depende de Espana (3%). Más que un mérito de Espana, esta cifra es un logro de la dinastia Alauí a la que el Gobierno y empresas españolas han apoyado y apoyan incondicionalmente en la razzia y rapiña mas voraz que los siglos puedan imaginar de un pueblo. El otro pueblo, el español, como de costumbre, en la inopía canicular del laissez faire a sus desgobernantes.
¿Les parece, aún así, un pastón? Entonces compárenlo ustedes con ese otro mapita —que no hemos puesto aquí, vagos que somos—: sólo de Marruecos, una compañia como Repsol saca más que todo lo que mandan los inmigrantes de ese país que tenemos en España. ¡Que buenazo que es Mohammed VI! Ante todo, no quiere viciar a sus pueblo con lujos fáciles y por eso los invita a salir al exterior a que conozcan mundo —como el ibérico—, y nuestros empresarios colaboran en el esfuerzo, ¡cómo no!. Y aquí tenemos a los ultras del PP, los que abrieron la espita del candado de carne inmigrante, haciendo de ultras y pidiendo el control de transferencias de los trabajadores extranjeros.
Ya ven ustedes: de entre todos los mitos neoliberales de este siglo, éste es por su uso propagandístico uno de los mas repulsivo y viles que cabe imaginar. ¿Hasta cuando seguiremos tolerando que nos carden como ovejitas y nos lleven luego al matadero?
Oye Nemyss: ¿a cuánto dejas una docenita de esos Kalashnikov?
PEPE FERNÁNDEZ
julio 6, 2008 de 7:53 pm
Por ser para ti cobraría solo la voluntad. Buen articulo Pepe. Adelante, Podemos. A por ellos que son pocos y cobardes. Un saludo.
julio 7, 2008 de 3:11 pm
Cobardes, desde luego, mucho. Pero ¿pooooocosssss…?
Por eso hacen falta los Kalashnikov AK103, que disparan con una cadencia de tiro de 600 a 700 proyectiles por minuto, a una velocidad de 750 m/s y con un kilómetro de alcance efectivo.
Resérvame 24, dos docenas.