Los collegia de la época romana

Las jerarquías sindicales están compuestas por funcionarios sin haber aprobado una oposición pública – es decir, constituten una mafia funcionarial -, y con el refrendo de una minoría ridícula de trabajadores – ya nadie va a votar a las elecciones sindicales: apenas los trabajadores que dan su nombre para rellenar la lista -.

Frente a este sindicalismo gorrón, inútil y fantasmal con mucho poder, los collegia de la época romana, que se transformaron en los gremios medievales, eran civiles, útiles y protectores, que como hermandades aseguraba la supervivencia de todos sus miembros ( pagaban pensiones a ls viudas y a los huérfanos, pagaban los entierros, evaluaban la evolución educativa-laboral del aprendiz (”tirunculus”), y ostentaban un poder político y religioso tan efectivo en las “civitates” y “oppida”, que podían poner o quitar a los “duoviri” ( los alcaldes ) de las mismas, y vetar las decisiones políticas y económicas de los decuriones. Temiendo su inmenso poder, los emperadores del Bajo Imperio ( Constantino ) lo limitaron, y les impusieron gravosos impuestos que les hicieron perder gran parte de su carácter de beneficencia. Pero volverían a resurgir en la época carolingia. [Comentario original]