La organización del dominio

Siempre pensé que en la humanidad hay mayor porcion de nobleza que de vileza. El drama lo produce el hecho de que ésta se organiza sin necesidad de organizadores. Confluyen los egoismos de la ambición de poder sobre los demas seres que no los padecen. Se organiza el dominio. Y este narcisismo sádico se cubre con ideologías totalitarias que, lejos de responder a una totalidad social, la aplastan en nombre de la nación o de la clase obrera, en nombre de la libertad de mercado o del progreso industrial.

Al crear el MCRC estoy tratando de que la nobleza se organice ella misma, presente sus credenciales ante el mundo político europeo, empezando por el nuestro, el español. Porque la dignidad personal tiene el derecho y la obligación de cambiar la indignidad tradicional de la politica (desde que se descubrió al final del XVIII que los pueblos pueden liberarse de sus amos), por la dignidad de unas instituciones que inauguren y garanticen en Europa, con la astucia inconsciente de la razón, el reino de la libertad politica, el de la democracia. Quien vive para un ideal, y lo manifista a la sociedad, no siente temor al ridiculo que pueda hacer ante la ignorancia, el escepticismo o la insensibilidad cultural y moral de las clases imperantes. [AGT]

Ley de hierro de Michels

Como en la prohibición del mandato imperativo, los “Padrinos de la Patria Monárquica” vuelven a ignorar otro de los postulados fundamentales de la ciencia política. En este caso, la naturaleza indefectiblemente oligárquica de todos los partidos de masas. Lo que sabe cualquier estudiante universitario sobre sociología de las organizaciones o historia de las ideas políticas, lo desconocían los doctos ignorantes que redactaron el texto constitucional. La ley de hierro (rocher de bronce), descubierta por Michels en 1911, dice así: “la organización es la madre del dominio de los partidos sobre sus electores”.

[AGT en Los partidos de la Monarquía no son constitucionales]