Devolver a la sociedad el poder político del Estado

Creo conveniente recordar, en momentos de partidismo invasor, las bellas ideas de Washington. La situación actual es diferente. La transformación de las sociedades europeas en el siglo XX, y la necesidad de dominar el conflicto de clases, produjo la aberración cultural de la conquista del Estado por los partidos de masas (fascismo y comunismo), para suprimir la libertad política.

Al final de la Guerra Mundial, el miedo al retorno del partido único y a la lucha partidista por la conquista del Estado, determinó que la libertad política se eliminara mediante un reparto del Estado entre los partidos, para evitar la lucha entre ellos por su conquista. Al Estado de un solo partido le sucedió el Estado de varios partidos. La cultura maniquea de la guerra fría falseó todas las palabras y conceptos de la política. Y hoy continúa aquella monstruosidad en el anacrónico Estado de Partidos. Sus fundamentos son totalitarios. Por eso fue fácil pasar de la dictadura de Franco a la oligarquía estatal de la Monarquía de Partidos de Juan Carlos. Por eso es fácil que pequeños partidos estatales de índole nacionalista pretendan dotarse de un Estado propio, ante la pasividad de una sociedad civil acomodada a vivir sin libertad política durante 70 años.

El objetivo del MCRC es devolver a la sociedad civil la confianza en sí misma y en la libertad política, mediante la organización de las fuerzas culturales y sociales que no dependen, ni viven, del Estado. Es urgente que este objetivo se difunda entre lo más sano e inteligente del cuerpo social. No aspiramos a conquistar cuota alguna de poder en el Estado, y por eso no seremos nunca un partido, sino a devolver el poder político del Estado a la Sociedad. [AGT]

Ley de Michels y Listas de partido

Esta ley sociológica fue enunciada cuando los partidos aun no habían reforzado la dominación oligárquica del aparato dirigente sobre la militancia, mediante el sistema proporcional, inventado por un telegrafista inglés para hacer posible las elecciones en un continente tan despoblado como Australia, con una sola circunscripción donde concurrieran en listas de partido personas desconocidas para los votantes. El criterio proporcional, impuesto en la Constitución de esta Monarquía de Partidos, ha convertido la ley sociológica de Michels (referente a la estructura) en la ley jurídica que somete la voluntad de la militancia a la del aparato funcionarial (funcionamiento) que hace las listas del partido.

[AGT en Los partidos de la Monarquía no son constitucionales]

Ley de hierro de Michels

Como en la prohibición del mandato imperativo, los “Padrinos de la Patria Monárquica” vuelven a ignorar otro de los postulados fundamentales de la ciencia política. En este caso, la naturaleza indefectiblemente oligárquica de todos los partidos de masas. Lo que sabe cualquier estudiante universitario sobre sociología de las organizaciones o historia de las ideas políticas, lo desconocían los doctos ignorantes que redactaron el texto constitucional. La ley de hierro (rocher de bronce), descubierta por Michels en 1911, dice así: “la organización es la madre del dominio de los partidos sobre sus electores”.

[AGT en Los partidos de la Monarquía no son constitucionales]