Aprovecho este comentario para decir a todos los lectores y seguidores del MCRC, que me importan un adarme las jefaturas, presidencias o liderazgos. No pretendo nada en el terreno personal, todo en el de la libertad politica, y casi todo para la República.
Como algún oportunista, malpensado o acomplejado, ha manifestado que no admito divergencias, pondré un ejemplo ilustrativo.
Un hombre emprendedor y altruista fleta un gran barco, bonito, seguro y moderno, con destino a una isla maravillosa, donde la mayoría de sus paisanos quieren vivir. El fletador hace una invitación publica a sus compatriotas para que sin pagar pasaje viajen juntos a ese paraiso. Antes de zarpar pide voluntarios para los equipos de tripulacion y para transmitir la invitación general a ese viaje.
El barco lleva inscrito, en grandes letreros, su diseño rupturista, para navegar sin peligro por un mar helado que impide llegar al destino en barcos convencionales reformados, sin quilla rompe-hielos.
Antes de zarpar, unos invitados anónimos acusan al fletador de ser autoritario, no tolerar discrepancia y propiciar el culto a su personalidad.
El fletador responde: “no dejaré subir a este barco diseñado por mi a los que buscan seguridad en un barco reformado, y a los que me piden que retire del barco la quilla rompe-monarquía que he fabricado durante cincuenta años. Tampoco admito discrepancias en cuanto al puerto de destino. Pero ya zarpados, los tripulantes seran tan responsables como yo en la solucion de las incidencias que se opongan a nuestro destino comun. Ahi si habrá debate y discrepancia”. [AGT]